Escrito por
Matías
|
9 de noviembre de 2010
14:39
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Gracias a que existe el correo electrónico Barbi puede entretener mis tardes.
M: ...se dijo en los medios, pero no le dieron demasiada pelota. Lo que sí me enteré es que a González Oro le cabe bajarse pendejitos.
B: Pendejitos de 18 o de 14?
M: Qué morbosa sos, eh...
B: Para ver si es delito o no
M: delito es no creer en dios.
B: Las cosas de Lito son delito jaja
M: A mi papá cuando era chico le decían Lito (por Miguelito).
Qué grande Lito!
Qué gran delito!
Qué diferencia, eh!
B: Plop!
Escrito por
Matías
|
24 de agosto de 2010
13:59
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Si vas a www.google.com.ar, buscás semana de la dulzura (sin comillas), vas a imágenes, desactivás el filtro SafeSearch, en la tercera fila aparece una mina haciendo un pete. Cualquiera.
O hay alguna otra semana de la dulzura, que no sea la de julio, claramente más gratificante para el regalador y yo no me enteré?!
Escrito por
Matías
|
20 de agosto de 2010
21:03
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Me gusta tomar mate. Lo hago relativamente seguido, eso es normal. Sin querer discriminar ni agredir a nadie, yo pienso que la gente que no le gusta el mate tiene un problema. No lo digo para agredir, eh! Posta. Tiene un problema.
Hace poco conocí una piba a la que no le gusta el helado... y yo le dije "mirá, che, todo bien... pero tenés un problema". O sea... no es que no le gusta el helado de sambayón (como a mi mamá, que pone cara de asco). No, no le gusta El Helado. Es como si a mí no me gustara el líquido.
- Te gusta el vino tinto?
- No, no me gusta el líquido.
Es lo mismo.
Pero volviendo al tema del mate... hay una yerba que me parece una obra maestra y siempre que puedo la recomiendo. Es un poco más cara que el resto, es cierto, andará por los siete pesos el medio kilo. Es saladita (sólo de precio), pero vale la pena. Estoy hablando de la yerba La Merced. Los mates son más ricos con La Merced... las conversaciones tomando mate con yerba La Merced son más inteligentes e interesantes... las tortafritas se mantienen siempre calentitas... hasta el mate con edulcorante en el agua es rico cuando usás yerba La Merced. Bueno, eso último no. Ponerle edulcorante al agua del mate merece la pena capital. Pero exceptuando eso, todo es mejor con La Merced.
Pero ahora se zarparon.
La yerba La Merced viene en tres variedades: de campo, de monte y barbacuá.
Ahora sacaron una variedad nueva...
Además de de campo, de monte y barbacuá ahora hay... de campo y monte.
No quiero influenciar al lector, pero para mí que no da. Me imagino al capo de marketing entrando a la oficina del CEO:
-¡Osvaldo, no sabés la que se me ocurrió!
-¡¿Qué?!
- Nueva yerba La Merced... de... ¡campo y monte!
- ¡Naaaaaaah! Me sorprendés día a día, Rolando. Cada día me confirmás lo bien que hice en elegirte como Gerente Supremo de Marketing. Anoche no dormí pensando en esto y vos venís y con un plumazo me sacudís la solución sobre la mesa. Rolando, dame un abrazo.
Igual la banco, eh. O sea, es como si Charly García saca un cd que no está taaaan bueno. Qué sé yo... ¡Es Charly, man! ¡Es Charly!
Escrito por
Matías
|
19 de agosto de 2010
15:07
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Los siguientes son breves extractos de conversaciones verídicas que he tenido sobre psicología/mi psicóloga:
Pirula: Ah, vas al psicólogo?
Mati: Sí.
Pirula: Y qué corriente sigue?
Eso es el culto a la no-información. ¿Por qué yo habría de preguntarle a mi psicóloga cuál corriente sigue? Qué valor agrega saber que tu psicólogo es freudiano, lacaniano o peronista? Digo... puedo estar sediento de curiosidad y preguntárselo... pero es eso: curiosidad. Como si le gustan las pasas de uva o no.
Fulanita: Y tu psicóloga habla bastante o está callada toda la sesión?
Mati: No, qué sé yo... habla, habla...
Fulanita: Ah, entonces es lacaniana.
Claro, seguro que es tan simple como eso, no? Seguro que Jacques Lacan se levantó un día y dijo "Ahh! Hay que hablar durante la sesión" y ahí tenés. Y había un montón de pibitos que dijeron "ahh! este flaco debe tener razón". He aquí los lacanianos.
Firulafia: Mati, le podés pedir a tu psicóloga si te puede recomendar una para mí?
Mati: Sí, dale.
Firulafia: Decile que busco una psicóloga para una terapia breve y de choque.
Resulta que uno se leyó "Freud for dummies" en internet y ya sabe cuál es el enfoque terapéutico que necesita.
El problema es la gente que lee un poquito sobre psicología. Las personas tienden a pensar que luego de haber hecho el CBC de psicología o ver una peli sobre Piaget ya están capacitados para opinar, diagnosticar, evaluar y decidir sobre aspectos psicológicos. Qué boludos los psicólogos, no? Pierden años en la universidad cuando podrían haber tomado un café con otro ya recibido y es casi lo mismo.
Yo pienso que una vez que una persona estudió un poquitín de psicología hay que obligarla a que haga y termine la carrera. O no sabés nada, o sabés lo suficiente. Caramba.
Es sólo mi humilde opinión.
Pero estar en contra es un mecanismo de defensa.
Escrito por
Matías
|
17 de agosto de 2010
22:35
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Me revienta la gente que aplica terminología de costumbres criollas como fútbol, truco o mate cuando cuenta algo relacionado con el amor. A veces pareciera que se esforzaran en armar unas construcciones sofisticadísimas para luego hacerlas un bollo y tirarlas a la basura con un "quiero vale cuatro".
"Yo puse fuerte en primera y canté retruco, listo. Ahora si él quiere algo, que cante. Pero el último 'quiero' lo tengo yo".
Perplejo y atónito me quedé ante tremenda analogía entre las peripecias del amor en la pareja de mi amiga y lo que podría ser una típica mano de las seis de la tarde, bajo una sombrilla, en un balneario de Mar del Plata.
No tengo nada contra lo nuestro, eh, para nada. Me gusta nuestra cultura. Me gustan muchísimo el folklore y el tango; las empanadas, el vino, el locro y la birome. Pero hay expresiones que son casi una sátira de nuestra cultura. Es capusottesco.
¡Y pienso también que uno de los grandes culpables es Sabina! No me quiero explayar demasiado en esto porque no tengo muchos argumentos contra el pobre Sabina. Pero la gente que escucha Sabina (por desgracia, casi toda) tiene la puta costumbre de hacer uso y abuso de expresiones argentas para el amor y demás yerbas.
No me vengan con que "demás yerbas" tiene que ver con el mate porque es una pelotudez.
Me gustaría no dejar en off-side a nadie con esta breve reflexión... pero yo no cantaría de mano; de última, si fuese ustedes, vayan a la pesca... pero tengan cuidado: muchas veces la barrera se adelanta...
... ¡Dios! ¡¿Ven lo estúpido que suena?!
Escrito por
Matías
|
15 de agosto de 2010
19:36
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Aunque vivo muy cerca, hace mucho que no venía al Parque Centenario. Tengo sentimientos encontrados; está bastante arreglado, está prolijo. Sin embargo, tiene esas rejas que lo dejan tan macrizado. Y menos mal que "macrizado" no suena natural, sino significaría que lo tenemos más entre nosotros. Si acuñáramos un término para lo que tiene su huella. Afortunadamente no está tan metido en nuestro colectivo.
Salí de la cama para venir al parque, eso está bien. Porque el exceso de cama acentúa los estados de ánimo. Y cuando uno está dudoso, como hoy, la cama se vuelve como un sauna en verano; sin pileta y en el medio de la montaña. Sin la maravilla de estar en la montaña, claro.
De nuevo tengo ganas de viajar. La duda sobre si irme un año a África y Europa se va y vuelve. Esta semana, va. Igual para viajar hay que estar bien, sino es escaparse. Es como fumar porro. No desapruebo fumar porro, pero hay que hacerlo cuando se está bien, sino es evadirse. Y eso sí que lo desapruebo.
Tengo ganas de hacer un curso de clown.
Hacía mucho que no escribía. Tengo mi Google Doc con un montón de ideas y frasecitas que son como espermatozoides congelados para futuros posts. Sólo falta que yo me convierta en óvulo. Ya llegará. Tampoco me cabe la del último post, ésa de tirar una bomba de humo, poner cara de misterio y desaparecer. Quiero decir, son poquitas palabras que obviamente tienen un significado para mí. No es como "botella culo pelota sin so sobre trás". Pero igual, nah. Esas licencias están autorizadas pero muy de vez en cuando.
El martes me sacaron una muela de juicio. Y ayer tomé cerveza y comí maní. Ja! Para el odontólogo que lo mira por tevé.
Escrito por
Matías
|
31 de julio de 2010
20:05
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Estaban tan felices como incómodos de ser ellos mismos.
Escrito por
Matías
|
15 de junio de 2010
2:11
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
No es que esté empecinado en hacer un post escatológico pero necesito compartir esta reflexión: Qué garrón que es hacerse caca encima.
Me agarro la cabeza de sólo pensar en esa situación.
Afortunadamente hace muchos años que no me pasa, pero guardo en mi memoria la sensación de cuando sos chico y te hacés caca. Primero que nada, es indisimulable. Te delatan casi todos los sentidos... táctil, visual y olfativo. O al menos eso siente uno en ese momento. Capaz no se nota, eh, pero a uno le agarra esa paranoia, ese sudor en el cuello. Es como tratar de pasar un porro en un aeropuerto. Estás por pasar por el scanner y decís "ya está, cagué, seguro que el porro sale en los rayos X y caigo preso". Y por boludo encima, porque quién va a ser tan boludo de pasar un porro en un aeropuerto? Pero en el caso del porro es más fácil porque el propio instinto de supervivencia hace que te caiga la ficha y decís "no, Horacio, date cuenta de que pasar droga en un aeropuerto es algo para lo que no estás capacitado. Jamás pudiste robarte ni unas lentejas de chocolate de un almacén, mirá si vas a poder pasar faso en el aeropuerto de Katmandú". Entonces Horacio va al baño, relojea para los dos lados, hace como que tose y tira la evidencia envuelta en un Kleenex en el inodoro y todos felices y a respirar. ¡Pero con la caca no se puede! La caca está ahí. Y aparece el gran dilema que tantas noches tuvo sin dormir a Platón: disimular o no disimular. La simulación de que nada está sucediendo incluye tomar el boxer, slip, culotte, bombacha o vedetina por el elástico y levantarlo hasta por encima de la cadera y poner los bracitos en jarra para sostenerlo ahí, trenzándose en lucha contra la gravedad. La exagerada cara de naturalidad, gracioso andar, sudor en la frente y apuro develan la verdad de la dramatización y pueden causar que una vecina desprevenida pregunte: "¿Horacio, usté está con colitis?", que es la forma en la que las vecinas preguntan si uno se hizo caca encima.
A veces me pasa en el trabajo que juego a imaginarme que me hago caca y cuando me doy cuenta de que estoy pensando en eso me empiezo a reir. Solo. Me imagino sentado en mi box y pispeando para buscar el momento oportuno en el que puedo ir al baño sin escalas, sin nadie que se me cruce para preguntarme que qué hice el fin de semana. Entonces llego y empiezo a tramar y pensar estrategias para salir airoso de esta situación desesperante y avergonzante. Como ya sabemos no hay una solución establecida. Lo importante es tener fe. Hay que quedarse sentadito, quietito y esperar a que las cosas se resuelvan solas. Porque ya lo dijo mi amiga la brasilera-hippie-vegetariana: "Si tiene que ser, va a ser".
Escrito por
Matías
|
10 de junio de 2010
1:18
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Este blog, este proyectito que surgió de la necesidad de escribir y compartir pavadas que claramente no son tragedias amorosas, por lo que no encajaban en Del primero al último, recibió sus primeras 2000 visitas.
Me pone contento, eh.
Hasta el próximo post.
Matías.
Escrito por
Matías
|
8 de junio de 2010
0:57
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Después de ver Tiempo para caballos borrachos no se te dibuja una sonrisa en la cara hasta al menos el día siguiente.
Te deja en el cuerpo una mezcla de bronca, angustia, desazón. Asco, repulsión. Como comer carne humana.
Es triste, pero no como I am Sam. No vale el ya va a pasar. No, no va a pasar. Porque es verdad. Es miserablemente verdad.
Tiempo para caballos borrachos es una de esas pelis de medio oriente que me gusta ver. Bueno, no sé si me gusta ver, porque ahora me siento como mil muertes juntas. Pero las tengo que ver.
Es el primer largometraje de Bahman Ghobadi, el mismo director de Las tortugas pueden volar.
A pesar de todo se las recomiendo. Pero sepan que les va a cagar el día.
Escrito por
Matías
|
4 de junio de 2010
1:19
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Hoy es un día perfecto para ver El Viaje de Chihiro.
También conocida como Spirited Away y Sen to Chihiro no kamikakushi, esta peli resulta ser mi favorita.
Hay un sitio que se llama mondosonoro.com que antes tenía una sección en la que recomendaba películas. Un día entré y leí sobre Everything is Illuminated. Decidí bajarla y verla. Me pareció una peli excelente, la disfruté mucho. Tiempo después entré de nuevo y vi que la siguiente película recomendada era El Viaje de Chihiro. Tenía menos expectativas que la primera vez pero igualmente la bajé.
Yo no veo una peli así nomás. Quiero decir, me gusta ponerme cómodo, acomodar la luz, preferentemente tener comida cerca, asegurarme de no tener ni frío ni calor, etcétera. Yo todavía vivía en la casa de mis papás. Acondicioné mi cuarto para la ocasión y le di play. La peli empezó con un ritmo moderado. Le fui dando espacio al argumento, conociendo a los personajes, dejándome vestir por la música. La historia transcurre suave, no es como darse un chapuzón. No hay que esforzarse, solamente darle espacio. Como si alguien fuese a darte un masaje con las palmas de las manos. A medida que la película avanza, si el espectador lo permite, los personajes sabrán que uno está mirándolos y ellos van a disimularlo y mantendrán sus conversaciones pero sin perder su intimidad. Lo que sucede es que uno pasa a ser parte de esa intimidad. También si el espectador lo permite, la música dejará de vestirlo y pasará a abrigarlo y luego a recorrerlo. Le harán cosquillas. Lo tocarán en un hombro y se escondarán en el otro.
Chihiro ama sincera. Tiene la inocencia sin contaminar. Y seguro tocaría muy bien el piano.
La discusión sobre si la felicidad viene en forma de instantes o si es una actitud de vida la vengo teniendo conmigo mismo desde hace años y aún no conozco la respuesta. Es más, durante la mayor parte del tiempo ni siquiera sé si soy feliz.
No sé cuánto tiempo había transcurrido de la película pero en un momento salí de ella. Me di cuenta de que había estado sumergido y me encontré acurrucado en la silla, abrazándome las rodillas y con la sonrisa grabada en la cara. Supe que hacía un rato que estaba de esa forma. Los violines, los vientos y los timbales me tenían sin respiro. Estaba igual de lejos que siempre de la respuesta a mi dilema sobre la felicidad. Sin embargo, en ese momento supe que estaba siendo feliz.
La película es una delicia. Es enamorarse. Es viajar.
Es volver a ser chico por un rato. Y que ese día sea tu cumpleaños.
Escrito por
Matías
|
2 de junio de 2010
11:47
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Estoy en España y digo "vale". O sea... "vale". No digo "ok", sino "vale". Cualquiera. Si mi amiga Juli me escuchara se reiría más que cuando me escuchó hablar en portuñol. Creo que también se indignaría un poco porque pensaría que me quiero hacer el español; pero no es así, me sale naturalmente. Siempre se me pegan los regionalismos.
En los días como hoy, Madrid hace que te cagues de frío.
Nota: Má, quedate tranquila que salí con campera y gorrito.
Hoy fui al Museo de Arte Reina Sofía. Vi muchas obras de Picasso y me di cuenta de que me gusta mucho.
Tienen una sala entera donde sólo están El Guernica, muchos espectadores y dos personas que todo el tiempo escrutan al público y gritan "¡No foto! ¡No foto!". A mí me dio curiosidad y le pregunté a una que por qué no se podía sacar fotos y me djo que la gente siempre se olvida de sacar el flash y que la obra "se ha deterioriado considerablemente". Ahí tenés.
Mi conflicto con la pintura resurgió. Ojo, yo sé que me pasa por ignorante pero posta que no me genera nada cuando veo un lienzo blanco con una raya negra. A ver... yo sé que no es "un lienzo blanco con una raya negra", probablemente sea la angustia del pintor por la infinita lejanía de la realización de las utopías de los pueblos oprimidos mientras que el universo indiferente se expande dejando galaxias a su paso, condensado en una raya negra. Y quizás el tipo miró durante horas el lienzo y tuvo un proceso introspectivo profundísimo, le cortó una pierna a su hija, obligó a su mujer celíaca a comerse un tostado de jamón y, con toda su bronca, culpa y angustia fue a su taller y "¡zas!" dio el pincelazo.
Ponele. Pero no se me ocurre eso.
Igual, ojo, me doy cuenta de que soy un ignorante y es más, si escucho a uno que dice algo como "¡joder, tío, que eso hasta podría hacerlo yo!", me empaco para el carajo. No, tontito. No, cerebrito de nuez, poca cosa, caca. Vos no podrías hacer ni eso. No le digo nada, eh, pero pienso unas barbaridades que ni te cuento.
En el Museo de Miró todo fue distinto. Tuve guía, explicó todo y todas las rayas en los lienzos tuvieron sentido.
Así está bien, me gusta.
Me estoy congelando. Hasta después.
Escrito por
Matías
|
1 de junio de 2010
2:15
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Hubo una vez un sapo que estaba en la orilla de un lago. Estaba recostado en una roca observando el cielo y un escorpión lo observaba de atrás de unos arbustos. Se acercó al sapo y le dijo:
- ¿Me ayudarías a cruzar al otro lado del lago? Yo me subo a ti y tú nadas hasta el otro lado.
- No, no puedo hacerlo. Si tu te subes a mí, puedes picarme y voy a morirme.
- Piénsalo, si yo te pico en el lago tu morirás pero también yo moriré; porque si tú te hundes, yo me hundo y moriré junto contigo. Sólo quiero ir al otro lado, ¿me ayudarás?
Después de meditarlo por unos segundos el sapo accedió;
- Está bien, yo te ayudaré. Te llevaré al otro lado del lago y luego tu seguirás tu camino.
- Estoy de acuerdo.
El escorpión subió en el sapo y con mucho esfuerzo el sapo ya iba a mitad del lago cuando sintió un picotazo en su cabeza, inmediatamente se detuvo y le preguntó al escorpión:
- ¿Por qué me picaste? Ahora moriremos los dos.
- Discúlpame, no quise hacerlo, pero no pude evitarlo… esa es mi naturaleza.
Fábula anónima.
Escrito por
Matías
|
29 de mayo de 2010
2:23
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Hoy me voy a Madrid.
Hice buenos amigos aquí.
Siento una especie de mezcla entre lástima e hinchada de pelotas por la hippie-religiosa-brasilera-que-toca-didgeridoo-y-vive-en-un-centro-cultural. Además estoy bastante seguro de que no voy a tener sexo con ella.
Claire vivió cinco meses en Kenia para enseñar a los pobres keniatas cómo usar una computadora. Eso le da un halo de belleza adicional.
El actor porno de los '70 es... ¡Dios! ¡Tendrían que verlo!
Y siento mi típica angustia de las pequeñas cosas que se terminan.
Escrito por
Matías
|
2:23
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Ella es infantil
y un hermoso saco sucio de arena.
Ella se parece a Claire.
Él es copado.
Ella es preciosa.
Él parece un actor porno de los '70. Posta.
Él nos enseña cosas de Barcelona. Se parece al Señor Miyagui.
Ella no es ella, ni mucho menos ella.
Él obviamente no es él, ni tampoco es él.
Pero yo soy yo, vale!
Escrito por
Matías
|
2:23
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Antes de terminar la valija, mi papá me recordó que lleve algo para escribir. Entonces agarré un cuadernito "Mis apuntes", tapa blanda de 48 hojas que supo ser mi cuaderno de comunicaciones de tercer año, allá por 2001. Mirando las poquitas hojas que usé veo que Natalí, mi ex compañera, me escribió diciendo que me quiere mucho, que me desea lo mejor y me deja besote.
"Hoy nos vamos 12:10 porque falta Muñoz".
"Hoy nos vamos 12:10 por huevada".
Reuniones de padres, registración de firma, calificaciones y demás pavadas, pero he aquí una interesante:
"Sres. Padres, familia, escuela y sociedad: Para preservar la salud de nuestros hijos, los padres se hacen presentes. Sábado 1ro de septiembre, 9:30 hs". Ahí tenés.
Como que le falta un cierre a este texto, no?
Posta que cuando lo escribí me parecían re simpáticas las notitas, eh...
Emm... bueno, nada, eso. Que me parece tierno lo del cuadernito. Chau.
Escrito por
Matías
|
27 de mayo de 2010
23:28
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Hay días en los que no conviene comer elefante.
Escrito por
Matías
|
26 de mayo de 2010
2:28
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Una vez, hace casi cuatro años, en Como una mariposa escribí:
"El problema no es que no nos dejen volar, es que mueven todo el resto para disimular nuestro vuelo.
Al fin y al cabo, la vida es un juego con reglas que nunca aceptamos. Pero me alegra la idea de no ser una gallina golpéandose constantemente contra la pared de vidrio. Me gusta poder alejarme un metro, sentarme, reirme y saber que no la puedo pasar.
No me importa caer si siento el aire pasar por mis alas agujereadas."
Sigo bastante de acuerdo con eso. Sin embargo, creo que lo crucial no siempre termina siendo la intensidad. Lo más importante es, si al recordar, sentís en la lengua y el paladar la textura y el sabor de frutillas tiernas y dulces.
Escrito por
Matías
|
2:03
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Que me revoloteaste todos los pajaritos de vuelta.
Que fue lindo mientras duró y volvió a ser lindo mientras duró.
Que quizás algún día...
Que quizás algún día... aunque a vos te sirva pensar que no.
Que si vos fueses así y yo fuese asá, nosotros seríamos.
Escrito por
Matías
|
21 de mayo de 2010
2:04
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Nunca conté esta historia acá pero cuando fui a San Pablo en enero olvidé llevar la dirección del hostel donde me iba a alojar el fin de semana. Todo intento en matiportuñol de comprar una tarjeta para usar internet en el aeropuerto sólo me conducía a un "salida allá".
Nota: Es más rápido hacer un cursito de portugués que encontrar a un empleado del aeropuerto de San Pablo que hable inglés o español.
Luego de mostrarle con el dedo al taxista la dirección de otro hotel que yo sabía que estaba cerca del mío, explicarle al empleado que yo no me alojaba ahí en ese momento, darle una respuesta amable al taxista que, un tanto impaciente, me preguntaba algo como que por qué le pedí que me trajera acá si éste no era mi hostel, etcétera, obtuve la dirección de mi hotel. Todos felices. Ah, eso sí, a los dos días ya falaba portugués como loco.
Bueno, pero eso es historia pasada. Ahora estoy en Barcelona. Lo importante es que esta vez hice la reserva previa en mi hotel y me imprimí cómo llegar... o algo así:
La tercera calculo que será la vencida...
Escrito por
Matías
|
1:52
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Se sospecha que el mítico personaje de historias picarescas, Jaimito, es en realidad Alex de La Naranja Mecánica.
Escrito por
Matías
|
27 de abril de 2010
2:25
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
"Hay cosas para las que uno es bueno y otras para las que no".
Frase que me ha sido repetida por mi entorno más cercano desde que yo era apenas un infante. Cierta, no? Sí, cierta. Objetivo? Quién sabe...? Probablemente mitigar el dolor causado por alguna derrota argumentando que si bien yo acababa de perder todas mis figuritas ante la impecable habilidad de mi contrincante jugando a la tapadita; probablemente sería yo el ganador si jugáramos a ver quién sabe más versos de memoria del Martín Fierro.
Más allá de la trivialidad usada para consolar a un pobre prepúber, yo quiero ir un paso más allá y reflexionar no sobre lo que uno es bueno o malo sino sobre lo que uno es brillante o destacablemente paupérrimo.
Un punto importante a resaltar es que debemos dejar de lado aquellas deficiencias físicas que nos derrumban determinadas habilidades. Por ejemplo, yo no veo bien; más aún, veo mucho peor de un ojo que del otro. Además del perjuicio evidente que eso me genera, vale aclarar que no tengo visión 3d. A ver... no es que vivo en un mundo de dos dimensiones... pero más o menos. No puedo jugar al tenis. No es que no vea la pelota, ¡sí la veo! el tema es que la percibo como si estuviera quieta en el aire, como levitando, estática, a lo sumo cambiando un poquito de tamaño, recién cuando está a... digamos... dos ó tres metros, veo que se acerca, lo cual me da tiempo a improvisar un movimiento de primate enyesado, errarle y permitirle al contrincante darse cuenta de que el partido va a ser un embole. Otro ejemplo es el cine 3d. Hace poco estuve en Chicago y fuimos a un planetario donde pasaban una peli en 3d donde mostraban todas esas cosas del espacio... planetas, estrellas, satélites... Y de repente aparecía un meteorito que se agrandaba, se agrandaba, se agrandaba, y todos ¡WOOOOOH! Se tiraban para atrás en la butaca y yo... "¡ehh... che, que está re lejos todavía, sólo se hizo más grande!".
Bueno, pero el post era de habilidades brillantes o destacablemente paupérrimas.
Ahora estoy un poco fuera de estado pero cuando era más chico tenía dos habilidades que, además de ser brillantes, estoy seguro de que serán la envidia de todos los lectores... Primera: abrumadora rapidez para realizar cambios de base de numeración. Por ejemplo, alguien me decía "cómo es 311 en base 2" y al instante: "100110111". Obviamente lo más destacable era la numeración binaria, pero también me las ingeniaba bastante bien con ternaria y octal. Segunda: puedo percibir sonidos agudísimos. Nunca hicimos la prueba, pero mi amigo Dany está seguro de que soy capaz de oir el sonido que produce un silbato para perros. Admirable.
Finalmente, dos deliciosas deficiencias que poseo que a este punto son de público conocimiento. Primera: sentido de la ubicación. Les juro que no exagero, para mí tengo un problema neurológico. Nada que no me deje vivir, eh. Pero no sé... para mí que una parte del cerebro no se me terminó de desarrollar, algo así. "¿Hacia dónde está el río?" y "¿Ya terminaste de dar la vuelta manzana o aún tenés que doblar una vez más?" son preguntas que nunca soy capaz de responder. Segunda: encastre. No soy capaz de seguir instrucciones para armar/unir algo. Es sencillo: tengo las instrucciones, tengo la imagen del dispositivo armado, tengo las partes, pero carezco de un proceso mental que me permita hacer interactuar todo eso para cumplir con el objetivo.
Creer o reventar, eh.
Escrito por
Matías
|
12 de abril de 2010
2:36
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Bue... romper un corazón. "Pará... exagerado!" me diría un escéptico, con toda la razón, claro. Bueno, podemos llamarlo hacerte pasar unos momentos de mierda; acelerar unilateralmente el proceso destructivo de la pareja; derrumbar todos los proyectos, ilusiones y esperanzas que uno construyó imaginariamente al lado de otra persona; etcétera. Hasta ahí estamos.
El problema es el después.
El paso número 1 para superar cualquier pena de amor consiste en proyectar toooda la culpa en el otro miembro de la pareja. Todos coincidimos en que aquella persona despiadada, egoísta, inescrupulosa, poca cosa, cobarde e hija de puta, es la culpable primera y única de todos los males momentáneos que nos rodean.
Sin embargo, este artilugio no siempre resulta suficiente. Hay personas que mezclan una sofisticada hermosura con bilis hepático, una dulzura rancia, una heroica incapacidad para construir felicidad y una imbecilidad superlativa.
Es entonces, en este caso, cuando se debe recurrir al paso número 2.
El paso número 2 es sumamente peligroso, fundamentalmente porque uno considera que está superando el asunto. Y en cierto modo sí y en cierto modo, no. Este paso consiste en la racionalización y posterior desvalorización del amor. El razonamiento es básico y simple: si no tiene valor, tampoco lo tiene perderlo. Entonces uno cae en falsas autosuperaciones, en correr el foco a los logros profesionales, en sexo huérfano y en "el amor es una mierda".
El dolor se irá, es cierto. Pero lo grave de este síndrome es que el individuo mantendrá sus barreras altas y su prohibición cual anticuerpos para la pena de amor y se volverá amargamente inmune a la dulce vulnerabilidad del enamoramiento.
Es entonces que si usted está a punto de romperle el corazón a alguien, piénselo bien. Tómese el tiempo, desenamore, aburra, frustre.
No sea cosa de que engendre un inenamorable que ande dando vueltas por ahí.
Escrito por
Matías
|
7 de abril de 2010
0:50
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Esta semana he aprendido las siguientes expresiones análogas:
Redundancia.
Se te está pelando la pelada.
Boludo, por más que San Pedro esté ventoso en Semana Santa, el sol pega igual y tenés que ponerte protector solar en la cabeza dada tu precoz condición de calvo, excepto que quieras dejar una estela cutánea a tu paso durante los días subsiguientes.
Escrito por
Matías
|
0:46
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Es verdad que el jabón Lux con durazno y chantilly hidratante te deja la piel deliciosamente aterciopelada...
No me canso de acariciarme el brazo. Es tan... deliciosamente aterciopelado...
Escrito por
Matías
|
30 de marzo de 2010
23:26
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Bastante antes de que la Lic. C haya catalogado mi perfil como obsesivo, yo ya había despertado mis sospechas. Digo... tengo mis manías que son absolutamente normales... me revienta que dejen migas en mi cama, me genera incomodidad que el volumen del estéreo del auto esté en un numerito impar (excepto si termina en 5), que la gente no tenga los mp3 ordenados en carpetas, buscar una cucharita del secaplatos y que tenga grasa... en fin, cosas que todos tenemos.
Nota: Me llevo muchísimo tiempo autoconvencerme de que soy normal y que todos tenemos estos temitas. Se agradece no contradecir.
Lo que sí me pone entre la espada y la pared es el temita que tengo con las series.
Me gusta mucho ver serie... el tema es que me pone mal si no las veo desde el primer capítulo. O sea... capaz me pueda saltear el capítulo piloto, pero el próximo ya lo tuve que haber visto... ¡sino te perdés cosas! Hay chistes, comentarios, sutilezas que las agarrás sólo si conocés la historia. Entonces de repente me pongo a ver Dr. House que va como por la temporada 6... un comentario que no entiendo y ya me empiezo a cuestionar, que seguro que lo habría entendido si hubiera visto las primeras cinco temporadas. Es como cuando vas a un cumpleaños del amigo de un amigo y a uno le gritan "Sí, sí! Compra dos, mejor!" y todos se ríen porque seguramente todo derive de cuando tenían 18 años y se fueron por primera vez de vacaciones solos a San Bernardo y el pibe tenía que comprar dos docenas de facturas y trajo dos cañoncitos. Y qué vas a hacer? Vas a decir "je" y mirar a tu amigo esperando que te explique. ¡Acá es peor! Porque en el cumple cae de maduro que se te pasó el chiste pero en la serie que no conocés la historia... el chiste desapercibido está al acecho todo el tiempo. Al final me embronco porque pienso que para qué miré el capítulo.
Igual por las dudas no me cuenten de House... capaz un día acumulo paciencia y la empiezo a ver. Desde el principio, claro. Como debe ser.
Escrito por
Matías
|
22:45
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Hace casi dos meses y medio que no posteo. Mal.
Digo que está mal porque me gusta mucho escribir y durante este último tiempo no es que me haya dedicado a actividades más placenteras. Básicamente, desde "Ián nos instruye" mis actividades primarias fueron viajar, trabajar y dormir.
Viajé a San Pablo y a Chicago, ambos destinos con fines laborales. Y luego me sumergí en la vorágine de tener dos trabajos (uno temporal) que causó que durante aproximadamente un mes, solamente trabajara y durmiera. Un horror.
Bueno... y cómo no, también están aquellos que se hicieron la rutina de entrar cada tanto, leer, y hasta dejar un comentario. Algunos me retaron personalmente. A ellos un trataré firmemente de que no vuelva a ocurrir.
Estamos trabajando para regularizar la situación.
Escrito por
Matías
|
18 de enero de 2010
0:23
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
- ¿A ustedes les gustan las motos? -inquirió Ián.
. No -respondieron Raquel y Matías al unísono.
- Son peligrosas -agregó Raquel.
- ¡No, no son peligrosas! -alertó Ián y agregó- sólo tenés que ponerte un casco y protector solar.
Escrito por
Matías
|
13 de enero de 2010
0:44
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Me encanta el cine.
No soy amante del cine hollywoodense, más bien todo lo contrario. Digamos que lo prejuzgo bastante. Pero en el fondo, y aún consciente de mi error, me gusta un poco hacerlo.
Hay muchas pelis clásicas y archiconocidas que no vi y debería haber visto (aparentemente): Casablanca, Rocky, El Señor de los Anillos II y III, Duro de Matar (creo que vi alguna pero la verdad que ni me acuerdo), The Wall, Trainspotting, Cinema Paradiso, Terminator(s), El Padrino II y III, Star Wars...
La cosa es que acabo de terminar de ver El Padrino I. ¡Wow! ¡Excelente, excelente, excelente! James Caan, bien; pero a Marlon Brando y Al Pacino es para decirles "¡naaah, te pasaste, man!".
Y la verdad es que me siento como un adolescente después de ver Spiderman. Salen ¡fium! ¡fium! tirando telarañas invisibles para saltar por los edificios. Io sono dall'altra parte.
Ando por mi casa... a paso lento... medio disfónico relatando todo lo que estoy a punto de hacer. En italiano, por supuesto. En pseudoitaliano.
Vado a posteare qualcosa nel blog.
Debbo portare il piato di spaghetti alla cucina pa' lavarlo.
Io ho Coca Cola ma non ho Ferné... ¡porca misèria!
Escrito por
Matías
|
11 de enero de 2010
1:03
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
El 18 de julio de 1985 conocí a la persona que durante 22 años se tomó el trabajo de enseñarme a reír.
Melómano, apasionado, artista, impulsivo, autodidacta, rebelde, y autosuficiente exagerado. Con un acuerdo tácito me dejó tomar prestada su profesión, el amor por la música y parece que la soltura con las palabras escritas.
El único que puede tocar la computadora cuando yo no estoy es Mati, decía antes de irse. Yo tenía 4, pero él tenía esa costumbre de tomarme como un adulto.
En general resulta que, excepto que el muerto sea un reventado hijo de puta, uno sólo recuerda las virtudes como si los defectos ya no importaran. Y más aún, cuando uno está hablando por ejemplo con un vecino acerca de él, se esboza una sonrisa, se pone cara de buenos recuerdos y se dice: "era un tipo especial".
Pero hoy yo, Matías, autor de este post, dueño de este blog, músico cobarde, escritor catártico y actor y espectador de una realidad a veces perfumada y a veces podrida, te juro que él sí era especial.
Escrito por
Matías
|
10 de enero de 2010
0:25
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Indefectiblemente cualquier apellido que tenga más de dos sílabas y termine con eta es gracioso y digno de pertenecer a un personaje de Alfredo Casero. Y aún más si tiene un título, onda... Lic. Rosqueta, Ing. Chanfleta, Zampalleta, Tulipeta, Suripeta, Zurpalleta, Filistreta, Garipeta, Churrasqueta y, cómo no, el Dr. Ranchifleta.
Escrito por
Matías
|
8 de enero de 2010
20:39
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Hay dos enseñanzas de mis papás que me quedaron marcadas a fuego.
La primera es cuando mi mamá comenzó a domesticarme el gusto y me inculcó que negro con azul marino no combina. Es el día de hoy que me duelen los ojos cuando veo a alguien vestido así.
Y la segunda es cuando mi papá me vio ahógandome frente a una taza de té, un saquito y una cucharita y me dijo "te conviene hacer así..." y con una habilidad acrobática apoyó el saquito en la cucharita, enrolló el hilo y tiró. El excedente de té cayó sobre la taza y listo el pollo. Yo lo miré como se mira a ese mago que le falta una mano, el que dice "no se puede hacer más lento..." y pensé "este tipo es brillante".
Escrito por
Matías
|
20:39
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Cuando alguien dice vehemencia siempre se me viene a la cabeza sahumerio.
Al principio estaba convencido de que era por la h, pero en un destello fugaz de inteligencia me di cuenta de que sahumerio no es la única palabra que tiene hache intermedia.
Almohada
Ahumado
Ahá
Duhalde
Escrito por
Matías
|
5 de enero de 2010
1:54
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
Primero que nada me gustaría que todos estemos de acuerdo sobre lo que vamos a hablar. Al igual que sucede con los colores, la clasificación de frutas, verduras, legumbres, hortalizas, etcétera fue hecha por:
- Un obsesivo.
- Un tipo que quería hacerse el gracioso.
Por el bien de todos y para no caer desprevenido a ninguna reunión de consorcio yo se las voy a hacer bien cortita. Dos reglitas implacables:
- Si es dulce, es fruta.
- Si es salado, es verdura.
Dos únicas aclaraciones:
- El tomate es verdura.
- El limón es fruta (se hacen tragos con limón, o sea... es fruta).
Ahora me quedo tranquilo porque todos van a entender cuando les hable de la verdura cebolla.
Pelar una cebolla y deshacerse lentamente de ella termina siendo lo mismo. Quiero decir, no es como, supongamos, la manzana. Incluyo una tabla para entender los colores de la manzana:
Con la cebolla uno siempre tiene la tentación de quitar una capa más y que quede más blanquita. Supongo que será por esa asociación más cultural que natural de que lo blanco es bueno.
Convengamos entonces que si pelar una cebolla fuese placentero miraríamos alrededor para asegurarnos de que nadie nos está viendo y nos daríamos el gustito de sacar capas innecesariamente. Y dependiendo de cuán viciosos seamos hasta quizás nos quedaríamos sin cebolla.
Es por eso que pelar cebollas es una porquería. Lloramos, nos arden los ojos.
La pucha que es sabia la naturaleza, eh.
Escrito por
Matías
|
2 de enero de 2010
3:53
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
D: (...) en el camino de regreso.
M: en el casino de Congreso?
D: no hay casino en Congreso.
M: no hay camino sin progreso?
D: Te fajo.
M: Ok, la corto.
Escrito por
Matías
|
3:48
| Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)
La cortina de baño de mi casa es como esos compañeros de curso que uno tuvo que hacían siempre la misma joda pero que no fallaban en hacer embroncar a la víctima y por eso uno les guardaba un poco de respeto. Uno, no la víctima, claro.
Con la puerta abierta, además de ser el título de este blog, es una actitud de vida que tomo como soltero y adolescente añejo que soy y que no comparte casa con nadie más, y se ve reflejada en muchas de mis actividades cotidianas. Por ejemplo, bañarme.
Excepto que haga demasiado frío, además de la puerta siempre dejo la ventana abierta mientras me baño así no se empaña mucho. (Nota: además de cuando inventó la soda y el aire acondicionado, dios se pasó cuando se le ocurrió poner ventanas en los baños).
Desvestido como se baña la mayoría de la gente, abro la ducha y me meto en la bañera. Disimulo. Con sinceras esperanzas puestas en que este regaderazo (ja! me encanta decir regaderazo, lo aprendí mirando El Chavo) será distinto, tomo mi jabón metrosexual de turno y la esponja vegetal y paso primero uno y después el otro por mi brazo izquierdo. Un leve cosquilleo en mi muslo anticipa la maldad que se está gestando. Miro de reojo, nada pasa. Brazo derecho, axilas, cuello, clavículas... ¡Ni puedo llegar al tórax que ya la percibo, la huelo, la escucho tramar! Pocos segundos más pasan hasta que dice "¡Che, che... mirá cómo le toco el culo!" y flap! se me viene la cortina encima. Me empiezo a embroncar, le mojo la parte de afuera y la pego contra la bañera para que se quede quietita. No importa cuánta agua le ponga, si el viento va de la ventana a la puerta o de la puerta a la ventana, a los dos segundos la tengo hasta las hombros como un traje de neoprene. Se lo pido bien. Sigue. La miro con cara de "mirá que te doy, eh". Sigue. Le encajo un cazote. Sigue. Jode. Jode. Jode.
¡Escuchame una cosa, reventada! ¡Un día te voy a pegar con cintaescoch!
Rezá que nunca tenga una engrampadora cerca cuando me baño... ¿sabés cómo se te irían las ganas de joder, no?
Finalmente, por culpa de esta desgraciada, termino con mi metro ochenta y cinco y mi no tan menudito cuerpo acurrucado en un rinconcito como un refugiado tramando la venganza que algún día llegará.
Te salvás porque no soy propietario sino no sabés la mampara que pondría...