Mano Stanley

Escrito por Matías | 11 de enero de 2010 1:03 | Dejame un comentario (los del globito ya escribieron)

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El 18 de julio de 1985 conocí a la persona que durante 22 años se tomó el trabajo de enseñarme a reír.

Melómano, apasionado, artista, impulsivo, autodidacta, rebelde, y autosuficiente exagerado. Con un acuerdo tácito me dejó tomar prestada su profesión, el amor por la música y parece que la soltura con las palabras escritas.

El único que puede tocar la computadora cuando yo no estoy es Mati, decía antes de irse. Yo tenía 4, pero él tenía esa costumbre de tomarme como un adulto.

En general resulta que, excepto que el muerto sea un reventado hijo de puta, uno sólo recuerda las virtudes como si los defectos ya no importaran. Y más aún, cuando uno está hablando por ejemplo con un vecino acerca de él, se esboza una sonrisa, se pone cara de buenos recuerdos y se dice: "era un tipo especial".

Pero hoy yo, Matías, autor de este post, dueño de este blog, músico cobarde, escritor catártico y actor y espectador de una realidad a veces perfumada y a veces podrida, te juro que él era especial.

Comentarios (4)

que sorpresa hijo, me dejaste sin aliento.

Hermoso...

Muy lindo!! :)

Llega al corazón... :)

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